Desde 2010, los alumnos, dirigidos por dos expertos, han trabajado entre los vestigios de una villa romana que, año tras año, no para de dar gratas sorpresas.
Los vecinos de Ablitas sabían que esa parcela, situada a poco más de tres kilómetros del pueblo, escondía algo bajo su tierra. Pero pocos podían suponer que lo hallado tuviera la magnitud e interés histórico de lo descubierto: una auténtica villa romana cuyo origen data del siglo I.
Los restos cerámicos y trozos de teja que aparecían a poco que se escarbara en aquel lugar indicaban que allí existió un asentamiento perteneciente a la época romana. Así, en la primavera de 2010, el Ayuntamiento de Ablitas, con la colaboración del Gobierno de Navarra, puso en marcha un curso de arqueología con el fin de conocer qué se escondía bajo esa tierra.
Hasta el momento se han desarrollado cuatro campañas en las que los alumnos del curso, bajo la supervisión de los arqueólogos riberos Juanjo Bienes Calvo y Óscar Sola Torres, han conseguido sacar a la luz, entre otros hallazgos, el núcleo central de la villa, con su comedor principal y estancias anexas; el sistema de calefacción de la vivienda; y, hace apenas un mes, una figurilla de bronce del dios del amor Cupido de la que tan sólo existen cinco más en Navarra.
Todos estos logros han servido para elevar el valor del yacimiento y determinar que allí, entre el siglo I y V, existió una villa romana cuyas dimensiones alcanzarían los 40.000 m2 (seis campos de fútbol).
La villa ablitera sigue el modelo constructivo clásico de las villas romanas. Se trataban de grandes unidades de explotación de carácter unifamiliar -similares a los actuales cortijos andaluces- que estaban divididas en tres zonas: una parte urbana (zona noble donde se hospedaba el propietario de la villa); la parte rústica (donde residía el personal, se estabulaban los animales y se guardaban los aperos agrícolas); y la parte fructuaria (dedicada a las actividades de elaboración, conservación y almacenamiento de productos, principalmente aceite, vino y cereal).
ATRACTIVO TURÍSTICO
La intención del Ayuntamiento de Ablitas es seguir apostando por este yacimiento dando continuidad al curso de arqueología y, de este modo, unir un atractivo turístico más del municipio.
Y es que Ablitas, localidad considerada zona LIC por su especial biodiversidad de fauna y flora, bien podría ofrecer a los visitantes una ruta ‘a través de la historia’ que podría comenzar en el conocido como Cabezo de la Mesa, donde hubo un asentamiento celtíbero; seguir por el tramo de la calzada romana Tarraco-Asturica Augusta que todavía se conserva en Ablitas y por la citada villa; continuar por la necrópolis visigoda que apareció en 2008 en las inmediaciones del campo de fútbol; y finalizar en el castillo medieval ubicado en la parte alta del casco urbano.
* Publicado en Diario de Navarra el 12 de Enero de 2014