El sondeo ha servido para elaborar un plano del núcleo central de este asentamiento del siglo I
Ablitas ha puesto en marcha la quinta campaña de excavaciones en la villa romana. Y lo ha hecho con la seguridad de saber que la vivienda escondida bajo la tierra se encuentra en un estado de conservación extraordinario para tratarse de un asentamiento cuyos primeros restos datan del siglo I.
Así lo ha confirmado el sondeo de georradar que ha realizado el servicio de Arqueología del departamento de Cultura del Gobierno de Navarra, a través de la empresa catalana SOT Prospecció.
Esta tecnología permite ‘escanear’ la superficie de un terreno y detectar las zonas donde haya habido algún tipo de combustión (hogueras, hornos, etc…) o estructuras construidas a base de elementos elaborados por combustión (ladrillo, tejas, cerámica…).
Así, el sondeo de georradar ha servido para confirmar que la villa ablitera mantiene prácticamente toda su planta y para elaborar un plano de las diferentes estancias en las que se divide el núcleo central del asentamiento.
Este plano será de vital importancia para los integrantes del taller de Arqueología que, desde 2010, llevan trabajando en esta villa. Gracias a esta guía, los 15 alumnos y los directores del taller -Juanjo Bienes Calvo y Óscar Sola Torres- podrán optimizar al máximo su labor, realizando catas en función de lo que marque el plano que ahora tienen en sus manos.
ESTRUCTURA ‘CLÁSICA’ ROMANA
El georradar ha analizado una superficie de unos 4.500 m2, correspondientes al núcleo central de una villa que podría superar los 6.000 m2. En cualquier caso, los directores de la excavación apuntan a que la superficie total del asentamiento abarcaría unos 40.000 m2 (seis campos de fútbol).
La villa ablitera sigue el modelo constructivo clásico de las villas romanas. Eran grandes unidades de explotación de carácter unifamiliar -similares a los actuales cortijos andaluces- que estaban divididas en 3 zonas: una parte urbana (zona noble donde se hospedaba el propietario); la parte rústica (donde residía el personal, se estabulaban los animales y se guardaban los aperos agrícolas); y la parte fructuaria (dedicada a las actividades de elaboración, conservación y almacenamiento de productos -aceite, vino y cereal-).
Hasta el momento, el taller se ha centrado en la parte urbana, consiguiendo localizar el comedor principal y el sistema de calefacción, además de una figurilla de bronce del dios del amor Cupido, pieza de la que sólo existen cinco más en toda Navarra.
* Publicado por Diario de Navarra el 19/10/2014